¿Cómo quieres que te explique esto así, sencillamente? ¿Cómo quieres que te aclare todo, súbitamente? Me cuesta tanto el entenderme, el decir que al fin reparé en mi vivir indiferente. ¡Cómo expresar la verdad que nos envuelve! Deberé sanearme de mentiras, de soledad, de mala suerte; empezaré lavándome con la sal de tus lágrimas celestes; lustraré luego un escudo diferente. Deberé amarte mejor, amarte sin temerte y para todo necesito tiempo suficiente. Por eso, no me pidas ahora, así, tempranamente que te explique todo, que te aclare todo rápidamente, si aún estoy sorprendido de tenerte.
Oscar Faccio
