Miento al decir que no miento, porque callo cuando hablo,
porque no hablo de aquello que me lleva a callar y me decepciono para intentar
no decepcionar, para poder caminar entre los aceptados, esos que se llenan de
honestidad vestidos de hipocresía, y me convierto en un hipócrita mas, que
cuenta lo que no hace, que hace lo que no cuenta, porque me duele pensar que
ser yo pueda dolerte, porque soy vanidoso hasta forzar el halago, porque mi
egoísmo es tan insaciable que todo es insuficiente y me permito juzgar y no
acepto ser juzgado y presumo de bondad para pensar que soy bueno, para comprar
ese tipo de cariño que precisa la autoestima, ese que es un trueque entre dos
que no se quieren, porque el querer verdadero es patrimonio de uno, yo se
cuanto y como quiero, ignoro cuanto y como me quieren, y se que el perdón
desgasta, que la imperfección se alimenta de perdones, y soy tan imperfecto,
que prefiero mentirte que perderte, miento al decir que no miento, miento al
decir que lo siento.
José Marcos Sánchez