Abril es oro y mayo rojo siena de junio y descarnada luz, julio, sueño preñado en su agosto verde inicial. Puntas que estallan luego cuando entero posa septiembre la filigrana primaveral. Retorna el rojo punzante ahora violados tonos creciendo al brillo que ya instalado corona octubre de un blanco tul. Lleno completo que a los sentidos sacia inocente, noviembre y luego quema, promesa sin fin diciembre con sus cigarras cantando a pleno marcan cenit enero exceso lujoso hundido bajo ese sol. La luz de pronto cambia y, se anuncia el oro: es el melancólico febrero. Fresnos y sausalitos inician su declinación. Así, en medio del esplendor ardiente llegan, lares que se hacen presentes. Señan la dicha atroz del espíritu: ser, no siendo. Alza marzo espejismos de un verano eterno. Decae y qué dulce es su tumultuoso caer. Un instante de homenaje y fata morgana también. Adiós amigas mías, guerras floridas adiós. Se ha hecho presente el tiempo sobre la tierra que ayer vivimos. Amo tu tajo y muero por él. Todos los ríos vuelven aquí. Se trata sólo de respetar nuestro hilito propio, oh sí, fiel a la ilusión. Abril es oro y mayo rojo.
Diana Bellessi