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10 de marzo de 2016

El hombre ...


El hombre es el producto de causas cuyo fin es imprevisible; que su origen, su crecimiento, sus esperanzas y temores, sus amores y creencias, son sólo el resultado de colisiones accidentales de átomos; que no hay fuego, ni heroísmo, ni profundidad de pensamiento o sentimiento que tenga vida propia después de la muerte; que todo el esfuerzo de la eternidad, toda la devoción, toda la inspiración, toda la luz de mediodía del genio humano están destinados a la extinción en la muerte del sistema solar; y que todo el templo de las hazañas del hombre debe quedar inevitablemente enterrado bajo los restos de un universo en ruinas, todo ello es tan cierto que no puede sostenerse firmemente ninguna filosofía que lo rechace. Sólo considerando estas verdades, sólo sobre la firme base de la desesperación inflexible puede hallarse una morada para el alma.
Bertrand Russell