La caricia es un lenguaje; si tus caricias me hablan no quisiera que se callen. La caricia no es la copia de otra caricia lejana, es una nueva versión casi siempre mejorada. Es la fiesta de la piel; la caricia mientras dura y cuando se aleja, deja sin amparo a la lujuria. Las caricias de los sueños, que son prodigio y encanto, adolecen de un defecto, no tiene tacto. Como aventura y enigma, la caricia empieza antes de convertirse en caricia. Es claro que lo mejor no es la caricia en sí misma, sino su continuación.
Mario Benedetti